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Una hoja de ruta para el crecimiento africano

Una hoja de ruta para el crecimiento africano
Una hoja de ruta para el crecimiento africano

El Foro Económico Internacional sobre África de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se celebró hoy en Casa Árabe, en Madrid, con el objetivo de decidir estrategias compartidas por organismos internacionales y diferentes países socios del continente africano para mejorar el impacto de sus inversiones en la necesaria transformación económica africana. Inaugurado por el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Fernando Valenzuela, y clausurado por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, el foro se celebraba por primera vez en España, tras 17 ediciones en París y una en Alemania. El cambio de escenario se logró gracias a la labor de Casa África, responsable de la logística del encuentro en colaboración con Casa Árabe y cuyo director general, José Segura, fue uno de los encargados de dar la bienvenida a los asistentes al evento. Luis Padilla, antiguo secretario general de Casa África que actualmente trabaja en la OCDE, también puso su grano de arena para lograr que el foro se trasladara a España, coincidiendo con la presidencia española del Consejo de Desarrollo de esta institución.

Dividido en tres mesas, que buscaban analizar la situación del sector privado africano y la proyección exterior del continente y su colaboración con organizaciones y países como Japón o China, el encuentro quiso poner el contexto el crecimiento económico africano y trazar líneas de acción de cara al futuro que supongan aunar esfuerzos e impulsar un desarrollo inclusivo y sostenible. El enfoque de todos ganan y colaborativo, la inclusividad de los jóvenes y la sociedad civil, la promoción de la innovación y las nuevas tecnologías, la inversión en el capital humano local, el fomento de la industrialización y el comercio intraafricano, la lucha contra el cambio climático y, especialmente, la visibilización y el empoderamiento de las mujeres se situaron en la agenda de esa estrategia común. También se recordó la necesidad de la estabilización y pacificación del continente para lograr este desarrollo y se recalcó la importancia de superar la desigualdad socioeconómica y la violencia. Cabe recordar que África promete un gran potencial para transformar los sistemas productivos, con la segunda tasa de crecimiento económico más rápida del mundo, con una clase media que remonta y jugando ya un papel central en la economía mundial sostenible.

“Este continente no es un continente sin esperanza, tiene puntos brillantes”, explicó Arkebe Oqubay, Asesor Especial del Primer Ministro de Etiopía, en su turno de intervención. Añadió que es fundamental desarrollar un sistema manufacturero y de exportaciones y atraer una inversión extranjera masiva para enfrentarse a los desafíos de futuro del continente en general y su país en concreto. La puesta en marcha de parques industriales verdes, sostenibles, estuvo en el centro de su discurso, además de la agricultura transformada y la lucha contra el cambio climático. Oqubay afirmó que los agricultores africanos no son competitivos ante los europeos subsidiados y recordó que el continente no emite casi gases contaminantes ni incide especialmente en el calentamiento global, mientras que sus agricultores son víctimas del cambio climático. La creación de trabajos en África también formó parte de su discurso, como una manera de evitar las migraciones y contribuir al desarrollo socioeconómico del continente.

Oquabay participó en una mesa que quería poner en perspectiva el momento del sector privado africano y de sus mercados, tras la inauguración en la que intervinieron Victor Harison, Comisionado de Asuntos Económicos de la Unión Europea, y Mario Pezzini, director del Centro de Desarrollo de la OCDE. En la mesa en la que intervino, moderada por María Teresa Fernández de la Vega, presidenta del Consejo de Estado y fundadora y presidenta de la Fundación Mujeres por África, intervenían expertos como Amy Jadesimi, de LADOL, una zona franca industrial sostenible en Lagos, Nigeria, que incidió sobre la importancia de formar, contratar y equipar para el siglo XXI a la mano de obra africana. La segunda mesa, moderada por Susana Ruiz Rodríguez, responsable de Justicia Fiscal de Oxfam, incluyó la perspectiva de Zephainie Niyonkuru, representante del gobierno de Ruanda, y de responsables de la cooperación coreana y japonesa.

En la rueda de prensa de presentación del evento, en la que intervinieron Harison y Pezzini, se habló de la falta de homogeneidad de los modelos de inversión extranjera y desarrollo que se encuentran en el continente africano y de la posibilidad de asumir líneas comunes y acelerar así el crecimiento inclusivo y sostenible. Durante la primera sesión, los ponentes debatieron sobre cómo podría el continente transformar sus sistemas productivos para hacer frente a una demanda interna cada vez más orientada a productos elaborados que representa casi el 70% del crecimiento del PIB. En este contexto, se plantearon cuestiones en torno al impacto positivo que puede suscitar la puesta en marcha de la Zona Continental Africana de Libre Comercio (AfCFTA), los sectores donde se necesita inversión y la capacidad de los mercados y el sector privado africanos para lograr la transformación. La segunda sesión se ha dedicado también a la inversión pero, en esta ocasión, a la regional y a la necesidad de conectar las cinco regiones africanas. Se ha valorado la importancia de, además de la productividad, la elección de los socios comerciales estratégicos, los productos que se dedican a la exportación y las políticas públicas pensadas para mejorar la prosperidad del continente. La sesión de clausura, a puerta cerrada, trató sobre la necesidad de colaboración para cumplir con la agenda de inversión continental 2063 de la Unión Africana y los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y, en particular, frente al reto del crecimiento demográfico. Para todo ello, se trató la necesidad de una plataforma internacional para el diálogo sobre políticas para que las inversiones sean más coordinadas y sostenibles, armonizar el apoyo a las prioridades africanas y elaborar proyectos con más impacto en el desarrollo de África.

El continente africano es una prioridad para el Gobierno de España, como quedó claro con la puesta en marcha del III Plan África, al que se refirieron tanto el Secretario de Estado Valenzuela como la ministra Maroto. Ambos subrayaron la importancia de África en la política exterior española y el compromiso de España con sus socios africanos, la Agenda 2030 y los ODS. Lo demuestra el hecho de que este foro, que constituye el encuentro anual más grande de Europa sobre la formidable transformación que experimenta África en estos momentos, se celebrara en Madrid. Reunió a inversores, académicos, sociedad civil y organizaciones internacionales para compartir sus puntos de vista y debatir sobre cómo y con qué políticas se pueden mejorar los resultados del desarrollo para los africanos y el mundo. Organizado por la OCDE junto a la Unión Africana, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y la propia Casa África, colaboraban en su organización también Casa Árabe, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD).

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