Eduardo Suárez siempre quiso contar su historia. Su padre fue fusilado por los franquistas debido a su condición de diputado comunista de la República española y tras oponerse al golpe de Estado de los franquistas en Canarias. En 1949, su madre se vio obligada a vender sus pertenencias y emigrar a Venezuela con sus dos hijos a bordo de un velero. La dureza de la travesía les obligó a atracar en Dakar dieciocho días después de su partida y Eduardo se quedó a vivir en Senegal con su madre y su hermana. Una historia a la inversa que nos cuenta desde el continente que lo acogió, donde triunfó como empresario y del que nunca ha regresado.