Este es el relato breve de un largo conflicto. Casi al tiempo que EEUU invadía Irak y las miradas del planeta se giraban hacia Bagdad, a medio camino entre el lago Chad y el Valle del Nilo se desataba una guerra que en los meses siguientes acapararía las primeras páginas de los periódicos de todo el mundo. Diez años después del genocidio en Ruanda, el oeste de Sudán era el escenario de prácticas genocidas sólo comparables a las registradas en el país de los Grandes Lagos. Desentrañar las causas del porqué, al igual que en Ruanda, la comunidad internacional se ha limitado al papel de mero espectador, es el objetivo de este libro. Su autor, Alberto Masegosa, es desde hace veinticinco años, corresponsal de la agencia EFE en distintas partes del mundo.