Mensaje de estado
In development mode.Casa África muestra en «Artivismo» la influencia del arte y la música en la lucha contra el apartheid sudafricano
Casa África viaja en su nueva exposición a Sudáfrica para conocer el papel fundamental que el arte y la música tuvieron en la movilización popular contra el régimen del apartheid, y que se plasmó principalmente a través de la cartelería. Artivismo reúne 48 carteles realizados en las décadas de los 70 y los 80 por diversos colectivos de liberación y culturales que se enfrentaron al gobierno segregacionista en Sudáfrica. La claridad y contundencia de los mensajes en los carteles muestran la dureza del sistema, y su estética muestran cómo estos carteles generaron un espacio de reflexión y creatividad frente a la opresión gubernamental. La muestra, comisariada por Estefanía Pereira y en la que ha colaborado el Archivo Histórico de Sudáfrica (SAHA), permite constatar la importancia que los activistas sudafricanos dieron a la cartelería como instrumento para movilizar y concienciar a la población contra el régimen racista.
El apartheid fue el término con el que se conoció el régimen de segregación racial implantado por el Gobierno de Sudáfrica como política oficial de estado desde el año 1948. Liderado por los descendientes de los colonos holandeses (en afrikaans, apartheid significa «separación»), este sistema subsistió en Sudáfrica hasta el año 1994, momento en que se produjeron las primeras elecciones democráticas, que culminaron con la victoria de Nelson Mandela.
Artivismo se divide en dos salas expositivas. En la primera, se muestra la cartelería utilizada para el activismo y la movilización popular, mientras que la segunda sala se dedica a la cartelería utilizada para la música, que a su vez se convirtió también en un fuerte valor para la protesta y la reivindicación. Los carteles se han seleccionado para mostrar diversos aspectos de la lucha popular contra el apartheid, todos ellos representativos de lo que se ha conocido como el South African Poster Movement.
En el caso de las mujeres, por ejemplo, se muestra la lucha que estas emprendieron para combatir la llamada Ley del Pase, que limitaba los desplazamientos de los negros desde las zonas rurales a las ciudades, todo un ataque a la estructura familiar.
Lo mismo puede verse en los carteles referidos a la lucha contra la educación bantú, el sistema educativo que el gobierno racista implantó en 1953 pensado para adoctrinar a la población negra. En este último caso, vemos referencias también a la matanza de Soweto, cuyo 40 aniversario se conmemora precisamente este 16 de junio, y que se produjo cuando los escolares de la popular barriada de Johannesburgo fueron brutalmente reprimidos durante las protestas contra la implantación del afrikáans en las escuelas, que se impuso. La matanza de Soweto es, sin duda, uno de los momentos más importantes de lo que Mandela definió como el largo camino de los sudafricanos hacia la libertad.
En el aspecto laboral, los carteles muestran la fuerza del movimiento sindical, que se radicalizó en los años 70 y 80: en 1985 se formó el Congreso de Sindicatos de Sudáfrica (COSATU), una federación que participó activamente en la lucha contra el apartheid mediante la organización de huelgas y la movilización de la clase negra trabajadora.
La década de los 80 también coincidió, a nivel político, con dos estados de emergencia en Sudáfrica y una serie de medidas extremas del gobierno para acabar con cualquier oposición, que redundaron en un gran número de presos políticos alojados en las celdas de las cárceles sudafricanas. Como consecuencia de esta situación, las campañas que exigían la liberación de los presos políticos iniciadas en la década de los 60, tras la encarcelación en masa de miembros del Congreso Nacional Africano y el Partido Comunista, se intensificaron. Y, de nuevo, la cartelería se hizo eco de las demandas de su liberación.
Finalmente, los carteles también expresan reivindicaciones ciudadanas como el derecho al voto y las protestas frente a políticas como la conscripción obligatoria para enfrentarse a los movimientos armados de apoyo a la causa antiapartheid que llegaban a través de las fronteras con los países vecinos o la de los traslados forzosos y los reasentamientos de la población negra en ghetos, habitualmente situados en el extrarradio de las ciudades, en lugares normalmente inhóspitos e insalubres que representaban el 13% del territorio sudafricano.
Los carteles alusivos a la música no solo rememoran esa cultura musical de contestación, sino que muestran como esta consiguió cruzar fronteras y alcanzar a todo el mundo a través de la actuación de artistas y su participación en campañas internacionales, reflejando una vez más cómo el arte y la política se fusionaron en una sola voz de protesta.
En conjunto, Artivismo es una recopilación de un arte político, un arte empleado como arma de lucha, que propició el surgimiento de un lenguaje propio, con una iconografía, estilo, mensaje y técnicas determinadas por el denominador común de la lucha antiapartheid.
Artivismo se enmarca dentro de las actividades de diplomacia pública y cultural que programa Casa África, a través de las que pretende impulsar el conocimiento y respeto mutuo entre España y África, apostando siempre por la cultura como fuerza motriz de una sociedad. Es la primera ocasión en que el apartheid sudafricano es el protagonista central de una exposición en Casa África. Esta institución ha tenido muestras de diversos autores contemporáneos sudafricanos, que de una manera u otra asumen la referencia o influencia de esta época tan reciente, inseparable e ineludible en sus creaciones. Sin embargo, Artivismo nos permite reflexionar directamente sobre este fenómeno tan importante no sólo para la historia de Sudáfrica o del continente africano, sino del mundo en que vivimos.
La nueva exposición de Casa África surgió de la investigación que Estefanía Pereira Tavira realizó durante sus estudios del Máster Interuniversitario de Gestión del Patrimonio Artístico y Arquitectónico, Museos y Mercado del Arte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Buena parte de la investigación y su planteamiento como proyecto expositivo se llevaron a cabo en Casa África.