En Mali, cientos de personas huyeron de sus aldeas en la comuna de Diallassagou, en el círculo de Bankass (región de Mopti), tras los ataques de grupos armados no estatales que causaron la muerte de al menos 132 personas entre el 18 y el 19 de junio. Mauritania acoge a más de 85.000 refugiados de Mali. Muchos han vivido en Mauritania desde 2012, pero el número de refugiados ha aumentado considerablemente desde marzo, debido al aumento de la violencia y la inseguridad en Mali. La mayoría de los refugiados viven en el campo de refugiados de Mbera (región de Hodh el Chargui), y el regreso a Mali sigue siendo poco probable debido a la continua inseguridad. En cambio, los refugiados se han ido integrando poco a poco en la sociedad, y la mayoría trabaja en la agricultura o la pesca en el lago Mahmouda. Finalmente, en Nigeria, los enfrentamientos entre comunidades en las zonas de Guyuk y Lamurde (estado de Adamawa), entre el 6 y el 9 de junio, causaron al menos 30 muertos, 57 heridos, unas 500 viviendas dañadas o destruidas y al menos 10.000 personas desplazadas. Los enfrentamientos en estas zonas suelen producirse al comienzo de la estación de las lluvias, y están relacionados con disputas por las tierras agrícolas.