El documento recoge las prioridades y los objetivos de la acción exterior, identifica las grandes tendencias, fija la posición de España y define su respuesta. Además, identifica cuatro grandes fracturas (la socioeconómica, la ecológica, climática, demográfica y de biodiversidad, la tecnológica y la política y de gobernanza) y, en el actual escenario mundial volátil y fragmentado, pretende dar una respuesta guiada por objetivos sustantivos y regionales.

El Consejo de Ministros acordó el 26 de enero su remisión a las Cortes Generales para su conocimiento y debate. En una segunda fase, el documento regresará al Consejo de Ministros para su aprobación, previo informe del Consejo de Política Exterior.

En su elaboración, coordinada por el Ministerio, se ha consultado a todos los Departamentos Ministeriales, órganos constitucionales, Comunidades y Ciudades Autónomas y Entidades Locales a través de la Federación Española de Municipios y Provincias. Asimismo, se han mantenido consultas con representantes de centros de pensamiento, organizaciones empresariales, organizaciones sindicales y organizaciones no gubernamentales.