¿Cómo no plantearse quién es el bárbaro y quién el civilizado? ¿Y cómo no sospechar que no se está en el lado que se desearía? Esta obra insufla esperanza en quien la lee sin prejuicios, una experiencia difícil, pero que vale la pena intentar. Cheikh Anta Diop, el físico metido a historiador, lingüista o filósofo, nos devuelve el optimismo de la ciencia a través de un mensaje simple pero potentísimo: para poder asentar el progreso sobre hechos empíricos, la única vía pasa por multiplicar las miradas sobre los mismos. Civilización y barbarie debería ser de lectura obligatoria para cualquiera que se dedique a la historia o la sociología de la ciencia. La pregunta no es quién es el bárbaro, sino quién quiere continuar siéndolo.