Yanira Santana Morales

Países de actividad: Cabo Verde · Guinea-Bissau · Senegal
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Yanira Santana Morales nació a poco más de 250 kilómetros de África, que es donde queda Arucas, en noviembre de 1979, y desde que coge tino entra en el colegio público de Visvique y luego en La Salle para rematar la secundaria en el instituto Domingo Rivero.

Confiesa que donde otros veían un idioma, ella concebía un novelero código de comunicación que le despertaba la curiosidad del 'qué estarán hablando esos dos', de forma que el inglés le fue entrando con natural pachorra, en una inercia que culminó con su licenciatura en Traducción e Interpretación por la ULPGC.

La sustanciosa vida de Yanira tiene un par de afortunadas casualidades. Una es la impulsiva elección del francés, "que la hice sin pensar y terminó siendo la mejor opción de mi vida, la que me abrió al mundo francófono en el que me muevo". La segunda no tardaría en llegar. No más terminar la carrera opta a una beca del programa europeo Leonardo da Vinci para prácticas en empresas. "Pido ir a Irlanda y pongo Portugal como última opción". Y le asignan este último país y, de nuevo, "fue lo mejor que podía haber pasado", porque con el portugués ya tiene el trío de ases idiomático de la costa occidental africana.

Con ese Leonardo da Vinci se instala en Oporto, en cuya universidad se hace cargo del programa de becas del Erasmus, asistiendo y orientando a los estudiantes adscritos al programa. Vuelve a Canarias y cambio de tercio. Ahora hace lo propio desde la Fundación Universitaria de Las Palmas pero con los jóvenes que participan del Leonardo da Vinci en las islas, colaborando para que más de 70 estudiantes y titulados de las dos universidades canarias pudieran hacer prácticas en más de 60 empresas europeas, sobre todo de Francia y Alemania. "Fue muy enriquecedor ayudando a gente como yo a que saliera a formarse, experimentar, trabajar y a enamorarse ahí fuera, algo que nos hace mucha falta a los canarios".

Y rián de regreso a Oporto. Ahora para el proyecto Alban de la UE, que se encargan de la gestión de becas de más de cien estudiantes latinoamericanos en Europa, y venga otra de vez de vuelta a las islas para retomar la actividad anterior con, por segunda va vez, el Leonardo da Vinci.

Pero ahí es hora de frenar. "De alimentar el alma", sentencia.

Tras tanto colaborar llegó el turno de cooperar, que no es lo mismo. "Y me puse a estudiar en la ULPGC su primera edición del master de Cooperación Internacional para el Desarrollo", mientras continúa con su labor en la Fundación. Tras terminarlo le ofrecen prácticas en alguno de los países que mantenían convenios en esa materia con el Gobierno de Canarias, solicitándolas en Cabo Verde, "mi primera elección por ser un país lusófono, pero como siempre me pasa", explica riendo, "me asignaron Senegal por mi francés".

Aterriza en Dakar como becaria de Cooperación Descentralizada del Gobierno canario, y en el marco de la Agencia Española de Cooperación Internacional, AECID. Se centra en proyectos del ámbito cultural y educacional. Era 2008. "Dos años después hay una vacante para la apertura de una oficina de la Fundación Canaria para el Exterior, Fucaex, a través del Gobierno de Canarias en Cabo Verde.

Y da el salto. "Me seleccionan. Fue una experiencia brutal en la que participo del inicio de un proyecto de representación en el exterior, además de asistir a Proexca en las visitas empresariales apoyando la Iniciativa de Gran Vecindad de la Unión Europea, el programa Interreg PCT-MAC y la consolidación de la región Macaronesia".

"Pero como soy muy jiribilla y bianual", dice entre fiestas, "a los dos años me presento a un puesto de comunicación, seguimiento y evaluación del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas-PNUD en Guinea-Bisáu.

Era abril de 2012. "Y aterrizo dos días antes del mayor golpe de estado que había tenido en los últimos diez años. Vivía detrás del presidente de la República, esto en un país tocado por la inestabilidad en el que Naciones Unidas estuvo a punto de aplicar sus estrictas medidas de seguridad en el terreno y de evacuación en caso de conflicto, o sea, que tenía hecha la mochila de los 15 kilos en caso de evacuación, ¡nada más llegar!"

"Este señor (el depuesto presidente) tenía la casa sitiada por los insurrectos y se oían los tiros de los AK-47: toda una experiencia de vida". Pero Yanira no se queda con eso. Se lleva de allí la sustancia de un país "espectacular, ÁfricaÁfrica, que se encuentra en vías de desarrollo pero en el que ves el avance hacia metas importantes como el acceso universal a la luz, agua, los cuidados sanitarios..."

En ese cargo estuvo, cómo no, otros dos años, pero continuó en el país como responsable de comunicación de la Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas en Guinea-Bissau, (en otras palabras, trabajaba para la enviada del ex Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon), cargo en el que permanece hasta este 2017, en el que para "impulsar mi carrera y otros desafíos me vuelvo a Senegal", pero aún de la mano de la ONU. Desde ahí también co-gestiona las iniciativas de la asociación de la que es miembro fundadora, OTRAS, Asociación feminista de acción social y cultural, y que ha creado junto con otras dos profesionales de género y coperación, que actúa, entre otras actividades, en el empoderamiento de mujeres en Guinea-Bissau.

En Dakar realiza consultorías independientes, "tocando otros palos, como la comunicación para la movilización de recursos y de cambio de comportamiento para el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, un programa que mueve 4.000 millones de dólares anuales y que ya ha salvado desde su implantación a 20 millones de vidas".

"Senegal", subraya, "tiene una capital espectacular, con su mar, su playa, cerca de casa y tiene todo lo que puedo necesitar". E invita a los jóvenes a conocer un continente "que tiene que ofrecer mucho más de lo que imaginamos", y al que Francia y Bélgica están enviando a sus profesionales porque ven en él "el gran mercado emergente".

Yanira asegura que África, hoy por hoy, son "millones de personas que compran, con una clase media creciente que supondrá el próximo boom económico: por lo tanto, un nicho para cualquier profesional que salga de la universidad".

Y apuesta por una vinculación con Canarias que, considera, "aún tiene que reforzar su estrategia de colaboración con el continente, aunque ya ha puesto todos los medios y herramientas para que los isleños y sus empresas se acerquen aquí. De hecho yo soy un producto de ese esfuerzo, pero se debe continuar trabajando en este acercamiento. En África", concluye, "saben poner a Canarias en el mapa, algo que no ocurre con Andalucía, pero tenemos que perder el miedo a cruzar y disfrutar de un crecimiento conjunto".

 

 

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