Phutuma Seoka

Phutuma Seoka ,  fue un escultor sudafricano nacido en 1922.  Su obra se compone principalmente de figuras individuales, la mayoría masculinas y de animales, desde urbanitas a animales salvajes, desde famosos a esqueletos. Utiliza dos técnicas: la primera es más convencional, en la que la imagen se talla a partir de una sola pieza de madera, mientras que la segunda es más parecida a un ensamblaje. Se recortaban largas y estrechas piezas de madera con dos ramas en un extremo y se colocaban de forma que formaran el torso (a veces con cabeza) y las piernas. Sobre este núcleo, Seoka clavaba ramas para brazos, pies, manos, cabezas y otros apéndices, como serpientes o cocodrilos. Se añadía pintura esmaltada brillante para acabar el trabajo con una gran variedad de diseños y dibujos, creando esculturas fantásticas y divertidas.

A principios de la década de 1990, la demanda de obras de Seoka era tal que enseñó a sus hijos a hacer piezas similares, con la esperanza de crear un taller comunitario. Este proyecto fracasó porque la comunidad artística de la ciudad consideró que su obra se había vuelto repetitiva. Nadie le había dicho que el mercado del arte valoraba la originalidad y la obra de un individuo concreto. Esto plantea no sólo las diferencias entre la situación urbana y la rural en cuanto a falta de educación, información y exposición, por un lado, sino también el poder económico y el control sobre la creatividad, por otro.

Solía decorar su trabajo quemando la madera natural con un atizador , hasta que un día un hombre blanco de Inglaterra me dice que es mejor si pintas . Seoka recibió la sugerencia con entusiasmo . Su obra brillante, efervescente, cruda y vigorosa con un giro satírico bien desarrollado. El Bóer Enfadado y la Señora de la Cruz son figuras arquetípicas sudafricanas: de rostro agrio, agresivos, siempre alerta ante un cumplimiento insatisfactorio del deber por parte de sus desventurados trabajadores negros.