Ángel Luis Aldai

Ángel Luis Aldai nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1949. Cuando tomó la decisión de ser fotógrafo, asegura que nunca tuvo pensado esto, sino que dicha vocación llegó a su vida de forma inesperada. Gracias a una Rollieflex (6X6) cargada con un rollo de B/N que le prestaron comenzó a hacer sus primeras fotografías sin saber muy bien lo que hacía. Tras esto, asegura que supo al instante que iba a dedicarse a dicho arte de forma apasionada.

La década de los años 70 fue muy importante en su desarrollo personal como artista. En 1972 realizó sus primeras fotografías en un viaje a Marruecos y Senegal. En 1974 se instaló en Copenhague vendiendo sus primeras fotografías. Durante esta etapa se vio influenciado por grandes reportajes fotográficos en revistas icónicas de finales de los 60 y principios de los 70, como por ejemplo Vogue, National Geographic o Harper Bazaar. Además, artistas como Rene Burry, Irving Penn, David Bayley o Annie Leitbovitz fueron referentes durante sus comienzos como fotógrafo.

Cuando regresa a Gran Canaria ya estaba dedicado de lleno a la fotografía, y su pasión se ve recompensada cuando en 1984 gana el Primer Premio Caja Insular de Ahorros de Canarias.  A finales de los 80 y principios de los 90 también consiguió exponer en el Centro Cultural La Mongie (Toulouse, Francia) y en Paralelo 28 en el Círculo de Bellas Arte de Madrid.

A principios de la década del 2000 logró exponer en numerosas instituciones y centros de prestigio en toda España. Entre estos estarían el Colegio de Arquitectos de Santiago de Compostela (Galicia), el Museo de Ciudad Real (Castilla-La Mancha) y el Museo Pablo Serrano (Aragón). Sin embargo, su obra no se reduce solo a nivel nacional, también consiguió exponer en el extranjero, como por ejemplo en el Queen Sophia Spanish Institute (Nueva York) y en el Instituto Cervantes (Roma).

Por tanto, a lo largo de toda su carrera ha conseguido que su obra esté presente en muchas colecciones, y entre estas podemos destacar el Museo El Vitoriano en Roma, la Colección “Castillo de Mata”, el Museo de Arte Contemporáneo de Canarias (CAAM) o el Museo de Arte Contemporáneo de Lanzarote (MIAC).

Como conclusión, podríamos destacar la impronta de la insularidad en la obra de Ángel Luis Aldai, una impronta qué, en sus palabras, convierte a los ciudadanos de las islas en diferentes y apasionados en la búsqueda de nuevos horizontes, y que su condición de isleños no debe causarles inseguridad, sino que se debería superar esa sensación y mejorar su autoestima.