Mensaje de estado
In development mode.Santo Tomé y Príncipe
En 2019 el PIB experimentó un crecimiento del 4.0% debido a las mejoras en la agricultura, la construcción y los servicios; en especial este representó aproximadamente el 70% del crecimiento de los últimos años, con un desempeño del comercio, restaurantes y hoteles, propiciado por el crecimiento del turismo. Para 2020 se prevé que el crecimiento del PIB se contraiga entre un 6.1% y un 8.2%, dependiendo de la duración de la pandemia. El país depende en gran medida del cacao, el turismo y la hostelería, y estos han resultado muy afectados por la pandemia; además, se espera que la inversión extranjera directa no llegue a los niveles previstos antes de la pandemia, lo que conduce a un deterioro en el déficit por cuenta corriente para 2020 de más del 10% del PIB. Las interrupciones en el comercio también ejercerán presión sobre el precio de los bienes importados, incluidos los alimentos, que provocará un aumento de la inflación hasta aproximadamente un 12.9% en 2020, tras el 8.4% de 2019. No obstante, la política monetaria implantada por el banco centra es estricta, por lo que se espera que la inflación al final del año sea del 8.3%. Por otro lado, las finanzas públicas del país se verán afectadas a medida que el gobierno responda a los efectos negativos de la pandemia a través del estímulo fiscal, que desembocará en una desaceleración de la actividad económica por los menores ingresos tributarios asociados y como consecuencia se estima que el déficit presupuestario se sitúe entre el 4.7% y el 6.5% para 2020.
El país ya necesitaba desbloquear el potencial del turismo, la agricultura y los servicios antes de la pandemia mediante un mejorado entorno empresarial. Los bosques exuberantes, las grandes cascadas y las largas costas de playa representan una ventaja comparativa para el país y atraen a más visitantes a través de productos turísticos especializados. El sector del turismo aporta cerca del 32.9% del PIB y es actualmente una de las principales fuentes de ingresos de divisas. Antes del COVID-19 se esperaba que el turismo se beneficiase de la estrategia de desarrollo del turismo lanzada en 2019 y el nuevo sistema de visa electrónica, aumentando la llegada de turistas; sin embargo, el sector financiero está menos desarrollado y necesita proporcionar más facilidades para el turismo, como accesos a cajeros automáticos y puntos de venta electrónicos. Por otro lado, se esperaba también que la producción agrícola aumentase después de la construcción de invernaderos y la mejora de la agricultura y la cría. El sector energético también necesita una reestructuración, pues depende en gran medida de la generación térmica, lo que reduce la seguridad energética y aumenta el coste de producción. La lejanía geográfica del país y el pequeño mercado son obstáculos importantes para atraer la inversión extranjera directa, por lo que se necesitan reformas para eliminar las barreras al mercado. Todo lo anterior ahora se presenta como un desafío, pues existen otras prioridades derivadas de la situación de crisis actual.
El cacao representa más de la mitad de las exportaciones del país, seguido con diferencia de otros productos como la pimienta, el coco y el chocolate. Los hidrocarburos representan aproximadamente la mitad de sus importaciones, seguido de los alimentos y bienes de equipo. Los principales clientes del país son Países Bajos, España y Francia, y su principal proveedor con diferencia es Portugal, seguido de Angola y China.
En el intento de combatir el virus, el gobierno aprobó un paquete de estímulo fiscal donde se incluyen medidas como la retención de pagos de intereses y otras tarifas fiscales durante la pandemia, una moratoria sobre cualquier pago fiscal actual y un compromiso de pagar las obligaciones del gobierno a los proveedores de bienes y servicios. La prioridad principal en el corto plazo es proporcionar recursos suficientes para impulsar el sistema de salud del país; seguidamente el gobierno debería implementar políticas para garantizas la estabilidad macroeconómica, promover el desarrollo del capital humano y mejorar el entorno empresarial para facilitar las inversiones en el país. A largo plazo, debería establecer políticas para facilitar el desarrollo de la infraestructura.
No existe oficina comercial del ICEX en Santo Tomé y Príncipe, por lo que aquellos que estén interesados en invertir deberán dirigirse a la Oficina Económica y Comercial de la Embajada Española en Malabo.
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Fuentes: African Economic Outlook y Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.