Un retrato realizado por el francés Clément Burelle en el Festival Rendez-Vouz Chez Nous, en Uagadugú (Burkina Faso) ha resultado ganador de la sexta edición del Concurso Fotográfico Objetivo África, organizado por Casa África en torno a la fiesta en los contextos africanos. El jurado, compuesto por Cristina R. Court, responsable del Laboratorio de Investigación del Centro Atlántico de Arte Moderno, y los fotógrafos Teresa Correa y Tato Gonçalves, decidió premiar esta imagen, titulada Embrujo africano. Arrugas, sonrisas grabadas por su conexión con el “goce universal”, la alegría y la satisfacción plena, más allá de lo circunstancial y como elogio de lo vivido. El segundo premio fue a parar a Julio Lorente Lobatón y su imagen titulada Kasumai, que muestra una escena de lucha senegalesa. El tercero, a Juan Luis Durán Guinot, con una fotografía que inmortaliza el momento previo al salto del toro, una tradición de la tribu hammer en el valle del rio Omo, en el sur de Etiopía. Finalmente, el jurado decidió otorgar una mención especial a Bailando al son de la música, de Lorette Datin, una imagen realizada también en Burkina Faso y protagonizada por unos niños senufo que danzan al ritmo de música tradicional.

El Concurso Fotográfico Objetivo África premia desde hace seis años las fotografías que mejor dan a conocer los aspectos positivos del continente africano. En esta ocasión, participaron 152 fotógrafos procedentes de España, Francia, Italia, Mozambique, Zimbabue, Polonia, Portugal y Argentina. Pasaron la criba de las normas estipuladas en las bases 442 imágenes que muestran la realidad de la fiesta en todo el continente, desde Marruecos hasta el territorio zulú en Sudáfrica. El concurso quiso abrirse en esta ocasión a todas las celebraciones, desde las fiestas más tradicionales hasta las más contemporáneas; las que tienen lugar en el interior de un hogar, pero también las citas culturales más concurridas del continente; los acontecimientos que se festejan en una gran ciudad o aquellos que tienen lugar en el lugar más recóndito del continente. El primer premio está dotado con 600 euros, mientras que segundo y tercero reciben 200 euros.

Los miembros del jurado resaltaron sobre el primer premio que es una imagen “completamente democrática” en la que se reconoce la geografía emocional del continente. Del segundo, la cohesión y la técnica impecables en un gran ejercicio en blanco y negro, la empatía intergeneracional y la corriente emocional que proyecta la fotografía. Del tercero, solemnidad, intimidad y respeto a los rituales y elogio a los elementos identitarios sin caer en la retórica del folclore. Finalmente, respecto a la imagen que obtuvo una mención especial, el jurado apreció en ella el instante único captado por la fotógrafa, la inocencia de sus protagonistas y la invitación al espectador a participar en la escena.

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