Esta mañana se presentaron en Casa África los programas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en el continente africano: APIA y Masar. El responsable de explicarlos ante un auditorio lleno fue el director de Cooperación con África y Asia de AECID, Alberto Virella, acompañado por el director general de la casa, Luis Padrón. Ambos programas se centran en el apoyo a «procesos locales endógenos propios» y se gestionan en colaboración con la Fundación Internacional para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP).

Alberto Virella comenzó su disertación explicando que, a lo largo de la historia y desde la época de la descolonización y las independencias, África ha pasado por diferentes retos y dificultades y que ahora, a comienzos del siglo XXI, «emerge una plena dialéctica de construir su futuro en un mundo globalizado».  El papel de España en este contexto es alentador y relevante y debe centrarse, en opinión de Virella, en el acompañamiento a los gobiernos y las sociedades civiles del continente africano, algo que también redundaría en la eficacia de la acción de la cooperación.

Virella expuso que el programa Masar, cuyo nombre significa «camino» en árabe, comenzó en 2012 y que tiene el objetivo principal de respaldar los procesos de gobernanza democráticos en el Magreb, con 10,4 millones de euros de financiación. Promocionar las políticas de desarrollo institucional, social y económico que apoyan a dicha democracia es fundamental en el perfil del programa, que opera con las instituciones públicas y la sociedad civil. La modernización y el fortalecimiento de los sistemas judiciales y penitenciarios y de las fuerzas de seguridad, el apoyo a organizaciones que defienden los derechos humanos y el impulso al papel de la mujer son algunas de las acciones que se llevan a cabo para el desarrollo del Estado de Derecho, con la finalidad primera de que los poderes públicos puedan atender las necesidades de su sociedad.

El programa APIA (Apoyo a Políticas Inclusivas Africanas) concentra su actividad en países considerados prioritarios por la Cooperación Española en el continente africano, como Senegal, Mozambique o Mali. El proyecto, vigente desde 2014, cuenta con la aplicación de acciones estratégicas como el desarrollo de infraestructuras, la posibilidad de acceso a energía en las zonas rurales o el refuerzo del sector de la educación. La función principal de APIA en este contexto es ayudar a que los estados localicen fuentes de financiación, la consultoría y el asesoramiento. La promoción del empleo de jóvenes en Senegal o el apoyo a la actividad tributaria en Mozambique son algunos de los ejemplos de la labor de APIA.