Africanos y españoles coinciden en que hay motivos para ser optimistas respecto al futuro de África y que en los últimos años se han producido grandes avances pese a los inmensos problemas que aún arrastra el continente. La colaboración y unión entre países africanos puede acelerar estos progresos para conseguir de forma real avances importantes en materia de desarrollo. Este fue uno de los mensajes lanzados con más insistencia durante la segunda jornada del Congreso Internacional África-Óccidente que se celebra en la Facultad de Derecho de la Universidad de Huelva, y que durante tres días reflexiona sobre la corresponsabilidad de los países africanos y occidentales para lograr mejoras en África.

El secretario general del Grupo ACP (África, Caribe, Pacífico) y ex presidente de la comisión de la CEDEAO, Mohamed Ibd Chambas, destacó que en los últimos meses han aparecido indicadores económicos que permiten avalar esta posición "afro-optimista". Pese a la recesión económica, que ha afectado al cumplimiento de las cifras planteadas en los Objetivos del Milenio, Chambas apuntó que en la mayoría de países el avance de las mejoras es "constante".

Por otro lado, el índice de la fundación del sudanés Mo Ibrahima sobre los niveles de calidad de la gobernanza en África está suponiendo un estímulo para los países africanos, que se plantean qué tienen que hacer para que la manera en que gobiernan los estados genere efectos directos en el bienestar y el desarrollo de cada país.

Chambas recordó, además, que el avance democrático en la gran mayoría de países democráticos es claro, y que en África ya existe en la actualidad un espíritu común de "tolerancia cero" contra los golpes de estado. Poco a poco, la calidad democrática de los países africanos se consolida, lo que permitirá el desarrollo en la sociedad de las condiciones que permitan un mayor crecimiento económico, consecuencia entre otras cosas de la mejora de la educación, una creciente y necesaria industrialización y la mejora de las infraestructuras terrestres, marítimas y aéreas, además de un aumento de la capacidad de generación energética de todos los países.

En la mesa de trabajo sobre Gobernanza en África, moderada por el director general de Casa África, Ricardo Martínez, la mayoría de los ponentes coincidió en que la situación está mejorando, pero África necesita de una mayor unidad entre sus países para actuar con una sola voz ante las instituciones internacionales y lograr avances que permitan acelerar y fomentar su crecimiento. Martínez recordó que los planteamientos que los líderes ideológicos del panafricanismo hacían en los años 60, como los del ghanés Kwame Nkrumah, no se han cumplido por la oposición de Óccidente y los intereses para mantener en manos no africanas los recursos naturales de los africanos. Sin embargo, apuntó que las relaciones están cambiando, y que países como España practican ahora "una diplomacia de tú a tú", desinteresada y centrada en trabajar "para África y con África", sin ningún interés "neocolonialista y paternalista" de fondo.

En el mismo sentido incidió el embajador de España en Etiopía y representante permanente de España ante la Unión Africana, Antonio Sánchez-Benedito, quien no dudó en decir que el futuro "está en África", un continente lleno de juventud y vitalidad y que además ha logrado "avances espectaculares" en calidad democrática, con ejemplos como los de Sierra Leona, Liberia o Angola.

En ese "afro-optimismo" coincidió también la ministra de Administración Estatal de Mozambique, Carmelita Rita Namachulua. La mozambiqueña incidió en que el buen desarrollo de la gobernanza, a todos los niveles, es clave para entender los avances que poco a poco se producen en materia educativa, sanitaria y social, aunque dejó claro que quedan aún "grandes desafíos" en África que pasan por la mejora de las políticas públicas y el diálogo entre países.

Por otra parte, el senegalés Mamadou Diouf apuntó que parte de los grandes avances que han experimentado los países africanos se han producido por la consolidación y organización de las sociedades civiles de los países. Diouf presentó a los asistentes en el Congreso el Foro Social Mundial de 2011 en Dakar, que acogerá entre los días 6 y 11 de febrero la Universidad de Cheik Anta Diop y que pretende reunir a organizaciones sociales de todo el mundo para reflexionar sobre su papel en el desarrollo.

El II Congreso Internacional África-Óccidente, organizado por la Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur (Fecons) con la colaboración de la Diputación de Huelva, la Junta de Andalucía y Casa África, entre otras, se clausura mañana con la presencia de la vicepresidenta del Gobierno central, María Teresa Fernández de la Vega. Han sido tres días de diálogo entre más de 300 personas, africanos y españoles, que se resumirán en forma de conclusiones de cada uno de los grupos de trabajo, también durante la mañana de este sábado.