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África necesita del emprendimiento para acelerar su transformación industrial

África necesita del emprendimiento para acelerar su transformación industrial

El desarrollo económico del continente necesita incorporar en el sector privado el espíritu emprendedor. El rendimiento económico de África, que en 2016 descendió hasta el 2,2% tras el 3,4% alcanzado del 2015, es resiliente ante la situación económica global. El continente africano sigue siendo el que cuenta con más potencial de crecimiento del mundo. Así pues, se espera que la economía global y las reformas macroeconómicas interregionales mejoren para que el crecimiento se afiance en 2017 al 3,4% y al 4,3% en 2018. Sin embargo, la clave para una auténtica revolución industrial está en el sector emprendedor y serán los jóvenes africanos los protagonistas de esta nueva transformación social.

Este es el escenario macroeconómico que retrata el informe Perspectivas Económicas de África 2017 (African Economic Outlook), que elaboran anualmente el Banco Africano de Desarrollo (BAfD), el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y que fue presentado hoy en Madrid, en la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), de la mano del jefe en funciones de la Unidad de África del Centro de Desarrollo de la OCDE, Arthur Minsat. Le acompañaron el director general de Casa África, Luis Padrón; el director de Gabinete de Presidencia de la CEOE, Narciso Casado, y la directora general de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Cristina Serrano.

El informe que hoy se presentó en Madrid apunta que los países africanos requieren potenciar más su propia economía y su consumo privado, a pesar de la óptima cifra de inversión exterior directa que se registró en 2016 y que alcanzaba los 56.500 millones de dólares. Los países africanos, sin embargo, no siempre responden a las mismas políticas. De acuerdo con los autores del informe, el progreso en el continente africano no es homogéneo. La pobreza sigue siendo unos de los mayores problemas de África y para hacerle frente los gobiernos deben incluir en sus agendas empleos y nuevas oportunidades. Entre 2014 y 2016, la mayoría de los países africanos fueron escenario de protestas públicas constantes, donde se exigían mejoras laborales en el ámbito de la sanidad y la educación. Actualmente, el 54% de la población de 46 países del continente africano sigue en una situación de pobreza vulnerable.

Emprendimiento y pymes
Fomentar los pequeños negocios y financiar las start-ups y las pequeñas y medianas empresas puede ayudar a impulsar el desarrollo económico en África. A día de hoy, 26 países africanos promueven nuevas estrategias de industrialización, aunque la mayoría lo hacen a través de las grandes empresas manufactureras y multinacionales. Este nuevo enfoque empresarial incluye reforzar la inversión en pequeños negocios, aquellos con poca mano de obra y sin una larga trayectoria profesional, pero que son los que ofrecen el grueso del empleo del tercer sector. El informe también apunta que los nuevos modelos de negocio deben incluir estrategias de marketing ecológicas y renovables como los agronegocios y huir así de aquellas grandes empresas dependientes de modelos poco sostenibles.

Dadas las circunstancias mundiales actuales, los esfuerzos de África son todavía mayores. El continente ha ido creciendo a pesar del gran potencial emprendedor no explotado: se calcula que el 11% de los jóvenes africanos de 18 países abrieron su propio negocio. Este fenómeno es distinto al que se vive en otras regiones, tales como Latinoamérica, donde fue del 8%, o Asia, con solo un 5%.

Según el African Economic Outlook, para garantizar el desarrollo económico hacen falta auténticas políticas de planificación. Por ejemplo, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, al igual que potenciar la eficacia de los clústeres de empresas. Todos estos cambios, sin duda, deberán fortalecerse con herramientas de financiación más asequibles e innovadoras para hacer del emprendimiento africano una auténtica realidad. 

Durante el acto, el director general de Casa África, Luis Padrón, explicó que en 2017 se han producido cuatro grandes acontecimientos en África: el cambio de presidencia en la Unión Africana, el ingreso de Marruecos en esta última, el papel decisivo en la resolución de conflictos por parte de la Unión Africana y la democratización del continente a lo largo del año. Destacó, además, la gran labor de la Unión Europea por estar cada vez más presente en el continente, lo que se refleja en la última Cumbre del G20, celebrada en China. Padrón informó también de que ya hay aproximadamente 1.500 empresas españolas operando en África, de las cuales un 30% se halla en Marruecos. De hecho, puso de relieve que el volumen de comercio de España con el continente africano es superior al que mantiene con América Latina.

La directora general de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Cristina Serrano, puso de relieve que África es un continente de grandes oportunidades para las empresas españolas: «Nuestras exportaciones allí ascendieron a más de 16.000 millones de euros en 2016, mientras que las importaciones procedentes del continente africano a España superaron los 20.000 millones durante el mismo período». Informó, además, de que los principales sectores de interés en la zona para nuestras empresas son el tratamiento de aguas y proyectos de regadío, las energías renovables, especialmente eólica y fotovoltaica, y las infraestructuras, concretamente las redes ferroviarias.

Por su parte, Narciso Casado señaló que la industrialización y el emprendimiento son cuestiones que, desde la reunión del G20 celebrada en China, se han considerado una prioridad para el desarrollo económico y social de África. Asimismo, valoró de manera muy positiva el reconocimiento al sector privado que se hace en el objetivo 8 de la Agenda de Desarrollo 2030 y al decisivo papel que debe jugar la empresa privada en la consecución de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. «Las inversiones privadas son clave para movilizar las finanzas, estimular el desarrollo local y el espíritu empresarial», dijo, antes de destacar el interés por parte de CEOE de impulsar en los próximos años las actividades relacionadas con África Subsahariana, con el fin de reforzar las relaciones bilaterales.

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