La rivalidad chino-estadounidense en África está a punto de entrar en una nueva fase en la carrera por la vacuna COVID”. Los estados ricos están desembolsando fondos para grandes productos farmacéuticos y preordenando millones de dosis para asegurar un suministro inmediato para sus propias poblaciones, mientras ignoran las preocupaciones sobre la asequibilidad para el resto del mundo. Esto está sentando las bases para el futuro uso de las vacunas COVID-19 como herramienta de coerción diplomática contra los estados más pobres, incluso en el África subsahariana. Y China y los EE.UU. sin duda lo utilizarán en su creciente rivalidad. Incluso sin una vacuna firme sobre la mesa todavía, esta es una arena donde China ya está ganando a América. Aunque es un novato en el mercado mundial de vacunas, China aspira a ser la fábrica de vacunas del mundo. Ya hay varias vacunas anti-COVID-19 que están siendo desarrolladas por las corporaciones farmacéuticas chinas.